18.11.10

TOMS, Crocs, y ONGs: ¿qué tienen en común para ayudar a la gente descalza?



    En muchos países en vías de desarrollo, andar descalzo es normal. Pero esta tendencia lleva con ella muchos riesgos de salud y prohíbe el progreso. Los zapatos pueden ser, para esta gente, un elemento clave de la salud y la educación. Cuando la gente, específicamente los jóvenes, andan sin zapatos, están a riesgo de enfermarse por los parásitos y las heridas y a veces se les niega el acceso a la escuela. Muchas organizaciones humanitarias llevan calzado a los necesitados, por ejemplo TOMS, Crocs, y Yes! Inc.—empresas que realizan la meta común de proveer zapatos a los necesitados por medios diferentes. Andar descalzo acarrea problemas muy graves que debilitan los esfuerzos hacia el desarrollo, pero con la ayuda de diferentes empresas hay una solución.    
    El problema más obvio con respecto a no tener zapatos es contraer un parásito por los pies, lo cual afecta a aproximadamente mil millones de personas, pero además hay el riesgo de no poder asistir a la escuela y de las infecciones por cortes. Con la atención global prestada únicamente al tema del SIDA y la malaria, poco dinero y pocos voluntarios se han dirigido a proveer esta necesidad básica humana. Según un artículo de noticias en Costa Rica, entre 2005 y 2006 en Costa Rica, los parásitos intestinales cobraron las vidas de 8 niños por la primera vez en décadas. En un caso reciente en Argentina, una niña de diez años contrajo un parásito llamado “tungiasis” cuado estaba de vacaciones en Paraguay—el estudio nos informa que “la prevención de la tungiasis consiste en usar calzado y ropa adecuada” (Scielo). Hay tres empresas importantes en la lucha contra este problema real y grave; cada una lo enfrenta de manera muy diferente. 
    La empresa más conocida que es sumamente popular entre los estudiantes universitarios se llama TOMS, que inauguró el modelo “uno por uno”—vender un par, donar un par (Fenner). Blake Mycoskie, el fundador, empezó la misión cuando viajó a Argentina y fue testigo de la necesidad de zapatos para niños. La empresa no es sin fines de lucro—al contrario, vende cada par de zapatos sencillos por $50. Pero Mycoskie comprende que la población opulenta quiere comprar más que donar, y quiere sentir que su compra es ética. TOMS no supone que comprendan la población destinataria sin vivir allá, así contrata a una ONG local para ayudar con la distribución o coordinar con autoridades locales para distribuir sus donaciones de zapatos. Dijo Mycoskie, “Hemos demostrado que funciona- no se tiene que crear una organización benéfica para ayudar a la gente. De hecho, se puede iniciar una empresa y ayudar a mucha gente más” (Fenner). La compañía donó 30,000 pares en 2009 y prevé donar un millón de zapatos para 2012.
    Una compañía también importante es el brazo filantrópico de Crocs que se llama SolesUnited. En el año 2009, según un artículo de UNICEF, esta empresa donó 30,000 pares sólo en Panamá. Estos zapatos son usados pero están en buena condición y, en comparación con TOMS, SolesUnited ha distribuido muchos pares más (30,000 en sólo Panamá en 2009 y TOMS 30,000 en total). Es posible que la razón por el éxito de SolesUnited es su colaboración con UNICEF que es una organización enorme de las Naciones Unidas con muchas conexiones mundiales. La fundación también recomienda que las comunidades con que trabaja eduquen a la gente local sobre los peligros de andar descalzo.
    La tercera y última empresa se llama Yes! Inc., una empresa que se fija en dar zapatos a la gente africana. Esta compañía sí es sin fines de lucro y, en vez de donar zapatos nuevos o de sólo una marca, coordina con iglesias, hospitales, empresas, y escuelas en los EE.UU. que quieren empezar su propia campaña de donaciones. Después de haber coleccionado todos los zapatos usados, Yes!, Inc. entonces envía los zapatos a Senegal. Parece que una empresa desconocida como ésta no tendría éxito, pero en sólo el primer trimestre de 2007, donaron 15,000 pares de zapatos a África. Aunque esta compañía depende de puras donaciones y no tiene ninguna fuente de ingreso como tienen TOMS y Crocs, parece que es muy eficaz.
    La conclusión de esta comparación de las organizaciones que ofrecen una solución al problema de ir descalzo, es que o se debe empezar una compañía con fines de lucro que se dirige a los ricos, intelectuales, ecológicos—es decir a los “hippies”—como hizo Crocs y TOMS o empezar una ONG que depende de la ayuda comunitaria. Llamar la atención de la gente más afortunada que quiere ayudar a los necesitados revelaría una fuente de dinero disponible. De esta manera, las compañías TOMS, SolesUnited, y Yes!, Inc. han logrado su meta de ayudar a resolver los problemas asociados con estar descalzo porque han atraído a los consumidores o los donantes ideales.
 

1 comentario:

  1. Ellie,

    Creo que mas empresas que fabrican zapatos y ropa debe adaptarse un modelo de negocios como TOMS. Empresas ganan tanto dinero, y creo que tiene una responsabilidad de ayudar el mundo y las comunidades en que trabajan.

    Antes que leyera tu ensayo no sabia que Crocs tiene un programa que ayudar a personas. Es super interesante.

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